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Leucemia: Tipos, Síntomas y Tratamientos

La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a los glóbulos blancos de la sangre y a la médula ósea, el tejido esponjoso que se encuentra dentro de los huesos y donde se producen las células sanguíneas. En la leucemia, se produce una proliferación anormal de células blancas inmaduras (llamadas blastos o leucoblastos), lo que interrumpe la producción normal de células sanguíneas y causa una serie de síntomas y complicaciones.

Existen varios tipos de leucemia, pero los principales se dividen en:

  • Leucemia mieloide aguda (LMA): En la LMA, se produce una proliferación anormal de mieloblastos, que son glóbulos blancos inmaduros que normalmente se convertirían en granulocitos (un tipo de glóbulo blanco maduro). La LMA progresa rápidamente y puede causar síntomas graves.
  • Leucemia mieloide crónica (LMC): En la LMC, las células madre de la médula ósea producen un número excesivo de glóbulos blancos inmaduros, llamados mieloblastos. La LMC progresa lentamente en sus primeras etapas y a menudo se detecta mediante análisis de sangre de rutina.
  • Leucemia linfoblástica aguda (LLA): En la LLA, se produce una proliferación anormal de linfoblastos, que son glóbulos blancos inmaduros que normalmente se convertirían en linfocitos (un tipo de glóbulo blanco maduro). La LLA es el tipo más común de leucemia en niños, pero también puede afectar a adultos.
  • Leucemia linfocítica crónica (LLC): En la LLC, las células B maduras de la sangre (linfocitos B) se multiplican de forma anormal. Esta es la forma más común de leucemia en adultos y generalmente progresa lentamente.

 

 

Edades y sexo más frecuentes para desarrollar leucemia

La leucemia puede afectar a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, aunque la incidencia y los tipos de leucemia varían según la edad y el sexo. Aquí hay una descripción general de las edades y sexos más comunes para desarrollar leucemia:

-Leucemia linfoblástica aguda (LLA): Es el tipo más común de leucemia en niños, especialmente en niños pequeños (de 2 a 5 años). La LLA también puede afectar a adultos, aunque es menos común en comparación con la leucemia mieloide aguda (LMA). En adultos, la LLA tiende a ser más frecuente en hombres que en mujeres.

-Leucemia mieloide aguda (LMA): La LMA puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adultos, especialmente en personas mayores de 65 años. En adultos, la LMA es un poco más común en hombres que en mujeres. Aunque es rara, la LMA también puede afectar a niños y adultos jóvenes.

-Leucemia linfocítica crónica (LLC):Es el tipo más común de leucemia en adultos, particularmente en personas mayores de 55 años. La LLC es más común en hombres que en mujeres y su incidencia aumenta con la edad, siendo rara en personas menores de 40 años.

-Leucemia mieloide crónica (LMC): La LMC puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adultos, especialmente en personas de mediana edad (entre 25 y 60 años). La LMC es ligeramente más común en hombres que en mujeres y también puede afectar a niños y adultos jóvenes.

¿Cúales son los síntomas de leucemia?

Los síntomas de la leucemia pueden variar dependiendo del tipo y la etapa de la enfermedad, pero algunos de los más comunes incluyen:

  1. Fatiga y debilidad: Sensación constante de cansancio.
  2. Fiebre y sudores nocturnos: Fiebre sin causa aparente y sudores intensos durante la noche.
  3. Infecciones frecuentes: Debido a un sistema inmunológico debilitado.
  4. Pérdida de peso inexplicada: Sin cambios en la dieta o actividad física.
  5. Dolor en los huesos o articulaciones: Sensación de dolor o molestia.
  6. Hematomas y sangrados fáciles: Aparición de moretones o sangrados frecuentes y sin razón.
  7. Petequias: Pequeñas manchas rojas en la piel debido a sangrado bajo la superficie.
  8. Inflamación de los ganglios linfáticos: Hinchazón indolora en el cuello, axilas o ingles.
  9. Hinchazón o malestar en el abdomen: A causa del agrandamiento del hígado o bazo.

 

Si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente, es importante consultar a un médico para una evaluación adecuada. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente el pronóstico.

 

¿Cómo se hace el diagnostico de leucemia?

El diagnóstico de leucemia generalmente implica una serie de pasos que incluyen la evaluación de los síntomas del paciente, pruebas de laboratorio y exámenes de imagen. Aquí hay una descripción general de cómo se hace el diagnóstico de leucemia:

  • Historia clínica y examen físico: Require una evaluación exhaustiva de los síntomas del paciente y su historial médico, incluyendo cualquier antecedente de exposición a factores de riesgo o enfermedades preexistentes. Durante el examen físico, debran buscarse signos de leucemia, como inflamación de los ganglios linfáticos, palidez, hematomas inexplicables, esplenomegalia (aumento del bazo) o hepatomegalia (aumento del hígado).
  • Análisis de sangre: Se pueden realizar varios análisis de sangre para ayudar a confirmar el diagnóstico de leucemia:
  • Hemograma completo (CBC, por sus siglas en inglés): Esto incluye la medición de los niveles de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas en la sangre. Los pacientes con leucemia a menudo tienen recuentos anormales de estas células.
  • Frotis de sangre periférica: Se examina una muestra de sangre bajo un microscopio para evaluar la morfología de las células sanguíneas. Esto puede revelar la presencia de células leucémicas anormales.
  • Perfil de coagulación: Se pueden realizar pruebas para evaluar la capacidad de coagulación de la sangre, ya que algunos tipos de leucemia pueden afectar la coagulación.
  • Biopsia de médula ósea: Este procedimiento implica la extracción de una muestra de médula ósea del hueso de la cadera (generalmente) o del esternón. La muestra se examina bajo un microscopio para evaluar la presencia de células leucémicas anormales y determinar el tipo y la cantidad de células sanguíneas producidas en la médula ósea.
  • Citogenética y biología molecular: Se pueden realizar pruebas adicionales en la muestra de médula ósea para identificar anomalías cromosómicas o mutaciones genéticas específicas asociadas con la leucemia. Estas pruebas pueden ayudar a guiar el tratamiento y proporcionar información pronóstica.
  • Punción lumbar (punción raquídea): En algunos casos de leucemia, especialmente en la leucemia linfoblástica aguda, se puede realizar una punción lumbar para evaluar la presencia de células leucémicas en el líquido cefalorraquídeo (LCR), que rodea el cerebro y la médula espinal.

 

Tratamiento de  leucemias

El tratamiento de las leucemias varía según el tipo específico de leucemia, la etapa de la enfermedad, la edad y la salud general del paciente. Los tratamientos comunes para las leucemias incluyen:

  • Quimioterapia: La quimioterapia es el tratamiento principal para muchas formas de leucemia. Consiste en el uso de medicamentos que matan las células cancerosas o impiden que se multipliquen. La quimioterapia puede administrarse por vía oral, intravenosa o por inyección. En algunos casos, se puede administrar directamente en el líquido cefalorraquídeo mediante una punción lumbar (quimioterapia intratecal) para tratar las células leucémicas en el sistema nervioso central.
  • Inmunoterapia: Algunos tipos de leucemia responden bien a la inmunoterapia, que utiliza medicamentos para ayudar al sistema inmunológico a combatir el cáncer. Los anticuerpos monoclonales, como el rituximab, pueden ser utilizados para atacar específicamente las células cancerosas.
  • Terapia dirigida: Este enfoque utiliza medicamentos que actúan específicamente sobre ciertas anomalías moleculares presentes en las células cancerosas. Por ejemplo, el imatinib es un medicamento dirigido a tratar la leucemia mieloide crónica (LMC) al bloquear la actividad de la proteína anormal BCR-ABL.
  • Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir las células cancerosas o para detener su crecimiento. Se puede utilizar para tratar áreas específicas del cuerpo afectadas por la leucemia, como el cerebro o el bazo.
  • Trasplante de células madre hematopoyéticas (trasplante de médula ósea): Este procedimiento implica la infusión de células madre hematopoyéticas sanas en el paciente después de que se ha destruido la médula ósea cancerosa mediante quimioterapia o radioterapia intensiva. Puede ser autólogo (las células provienen del propio paciente) o alogénico (las células provienen de un donante compatible).
  • Tratamientos de soporte: Estos incluyen transfusiones de sangre (glóbulos rojos y plaquetas), tratamiento de infecciones con antibióticos, medicamentos para aliviar los síntomas y el apoyo nutricional.

 

Pronóstico de las leucemias

El pronóstico de las leucemias varía significativamente según el tipo específico de leucemia, la etapa en la que se encuentra la enfermedad, la edad y salud general del paciente, así como otros factores individuales. Aquí hay un resumen del pronóstico general de los diferentes tipos de leucemias:

 

1.Leucemia linfoblástica aguda (LLA):

> En niños: La LLA es el tipo más común de leucemia en niños y tiene uno de los mejores pronósticos en oncología pediátrica. Con los tratamientos actuales, la tasa de supervivencia a cinco años es de aproximadamente el 90%.

> En adultos: El pronóstico es menos favorable que en niños. Sin embargo, los avances en los tratamientos han mejorado las tasas de supervivencia en los últimos años. La tasa de supervivencia a cinco años varía según la edad y otros factores, pero puede oscilar entre el 40% y el 70%.

2. Leucemia mieloide aguda (LMA): El pronóstico de la LMA depende de varios factores, incluyendo la edad del paciente, las características genéticas específicas de las células leucémicas y la respuesta al tratamiento. En general, el pronóstico es menos favorable que el de la LLA. La tasa de supervivencia a cinco años varía según el subtipo de LMA, pero puede oscilar entre el 20% y el 40% en adultos y es más alta en pacientes más jóvenes.

3.Leucemia linfocítica crónica (LLC): La LLC es más común en adultos mayores y generalmente progresa lentamente. El pronóstico puede variar significativamente según el estadio de la enfermedad y otros factores. En general, la tasa de supervivencia a cinco años es relativamente alta, con una tasa media de alrededor del 80%. Sin embargo, en casos de enfermedad avanzada, el pronóstico puede ser menos favorable.

4.Leucemia mieloide crónica (LMC): La LMC progresa lentamente en sus primeras etapas y, si se trata adecuadamente, el pronóstico suele ser bueno. Con el uso de medicamentos dirigidos como imatinib, las tasas de supervivencia a largo plazo son altas. La tasa de supervivencia a cinco años puede superar el 90%.

 

 

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