El 13 de octubre se celebró el Día Mundial de la Trombosis, una fecha dedicada a crear conciencia sobre una afección que, aunque no siempre visible, representa un riesgo significativo para la salud mundial.

La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo, lo que puede bloquear el flujo normal de sangre en el sistema circulatorio, generando consecuencias graves como un infarto, accidente cerebrovascular (ACV) o embolia pulmonar. Esta fecha es una oportunidad para educar a la población y promover medidas preventivas que pueden salvar vidas.

¿Qué es la Trombosis?

La trombosis ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en las venas o arterias, lo que puede obstruir la circulación. Los dos tipos principales de trombosis son:

1. Trombosis Venosa Profunda (TVP): Ocurre cuando un coágulo se forma en las venas profundas, generalmente en las piernas. Si no se trata, el coágulo puede viajar hacia los pulmones y causar una embolia pulmonar, una afección potencialmente mortal.

1. Trombosis Arterial: Es cuando se forma un coágulo en una arteria, lo que puede interrumpir el suministro de oxígeno a órganos vitales como el corazón o el cerebro. Esto puede provocar ataques cardíacos o ACV.

Factores de Riesgo

Existen diversos factores que aumentan el riesgo de desarrollar trombosis:

• Inmovilidad prolongada: Estar sentado durante largos períodos, como en viajes largos o tras una cirugía.
• Cirugías o lesiones: Pueden alterar el flujo sanguíneo y favorecer la formación de coágulos.
• Ciertas condiciones médicas: Enfermedades como el cáncer, trastornos autoinmunes y enfermedades cardiovasculares incrementan el riesgo.
• Anticonceptivos hormonales y embarazo: Las mujeres que toman anticonceptivos o están embarazadas tienen un mayor riesgo debido a los cambios hormonales que afectan la coagulación.
• Edad avanzada y estilo de vida sedentario.

 Síntomas de la Trombosis

El conocimiento sobre los síntomas puede ayudar a detectar y tratar la trombosis a tiempo:

• Dolor o sensibilidad en la pierna afectada (TVP).
• Hinchazón, enrojecimiento o calor en la zona afectada.
• Dificultad para respirar, dolor en el pecho (en caso de una embolia pulmonar).
• Mareos repentinos o problemas para hablar (en el caso de un ACV).

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata.

La Importancia de la Prevención

La trombosis se puede prevenir en muchos casos con cambios en el estilo de vida y ciertos tratamientos:

• Mantenerse activo: El ejercicio regular y evitar períodos prolongados de inactividad son fundamentales.
• Controlar factores de riesgo: Mantener bajo control condiciones como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes.
• Hidratación: Beber suficiente agua para mantener una buena circulación.
• Uso de medicación anticoagulante: En casos de riesgo elevado, los médicos pueden recomendar el uso de medicamentos para reducir la posibilidad de formación de coágulos.

La trombosis es una enfermedad silenciosa que puede tener consecuencias graves si no se detecta y trata a tiempo. La educación, prevención y acción son las mejores herramientas para combatirla. Recordemos la importancia de cuidar nuestra salud vascular y tomar medidas preventivas que nos protejan de complicaciones futuras.