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Anemia en deportistas: causas, síntomas y cómo prevenirla

La anemia en deportistas es un problema frecuente que puede afectar el rendimiento físico, la recuperación y la salud general. Se produce cuando disminuyen los niveles de hemoglobina o glóbulos rojos en la sangre, lo que reduce la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno hacia los músculos y órganos. Esta falta de oxigenación se traduce en fatiga, bajo rendimiento y sensación de debilidad durante el entrenamiento o las competencias.

 

Causas de la anemia en deportistas

Las causas pueden variar según el tipo de deporte, la intensidad del entrenamiento y los hábitos alimentarios. Las más comunes son:

1. Anemia ferropénica

Es la forma más habitual y se debe a una deficiencia de hierro, un mineral esencial para la formación de hemoglobina.
En los deportistas, esta carencia puede deberse a:

  • Aumento de los requerimientos por el entrenamiento.

  • Pérdidas a través del sudor.

  • Menstruación (en mujeres deportistas).

  • Microhemorragias digestivas o intestinales.

2. Hemólisis del corredor

Ocurre por la destrucción de glóbulos rojos causada por el impacto repetitivo del pie contra el suelo, especialmente en corredores de larga distancia. Este fenómeno puede reducir la concentración de hemoglobina y hierro circulante.

3. Hemodilución

En los deportes de resistencia, el cuerpo aumenta el volumen plasmático (la parte líquida de la sangre). Esto puede generar una aparente “anemia dilucional”, donde los valores de hemoglobina parecen bajos, aunque el número total de glóbulos rojos sea normal.

4. Deficiencias nutricionales

Una dieta insuficiente en hierro, vitamina B12 o ácido fólico puede afectar la producción de glóbulos rojos. Es habitual en deportistas con dietas restrictivas, vegetarianas o veganas mal planificadas.

5. Pérdidas gastrointestinales

El ejercicio intenso y sostenido puede provocar pequeñas pérdidas de sangre en el tracto digestivo, sobre todo en deportes de larga duración o con impacto abdominal.

Síntomas de la anemia en deportistas

Los síntomas suelen desarrollarse de forma progresiva y pueden confundirse con el cansancio habitual del entrenamiento. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Fatiga persistente y dificultad para recuperarse entre sesiones.

  • Debilidad muscular y sensación de pesadez en las piernas.

  • Disminución del rendimiento deportivo.

  • Palpitaciones, dificultad para respirar o mareos.

  • Piel pálida y uñas frágiles.

  • Dolor de cabeza o sensación de desmayo.

Ante cualquiera de estos signos, es recomendable realizar un análisis de sangre para valorar los niveles de hemoglobina, ferritina y otros indicadores del metabolismo del hierro.

 

Prevención y tratamiento

La prevención de la anemia en deportistas se basa en tres pilares fundamentales: alimentación, control médico y gestión del entrenamiento.

Alimentación adecuada

Una dieta equilibrada que cubra las necesidades energéticas y aporte suficiente hierro, vitaminas del grupo B y ácido fólico es clave.

Suplementación controlada

En algunos casos, el médico hematólogo puede recomendar suplementos de hierro o vitamina B12, especialmente en mujeres o deportistas de resistencia. Estos deben ser siempre indicados y supervisados por un profesional.

Control médico regular

Es importante realizar análisis periódicos (cada 6-12 meses) para detectar precozmente cualquier déficit. La ferritina es el mejor indicador de las reservas de hierro.

Evitar el sobreentrenamiento

El descanso adecuado y los periodos de recuperación son esenciales para mantener el equilibrio hormonal y la salud hematológica.

Deportes con mayor riesgo de anemia

Algunos deportes presentan un mayor riesgo debido a su intensidad, duración o impacto físico:

1. Deportes de resistencia

  • Atletismo (fondo y maratón): alta sudoración y hemólisis del corredor.

  • Ciclismo y triatlón: gran gasto energético y pérdidas de hierro por el sudor.

  • Remo y natación: aumentan el volumen plasmático y pueden generar hemodilución.

2. Deportes con alta exigencia nutricional

  • Gimnasia y ballet: las restricciones calóricas y el bajo peso pueden causar déficit de hierro y vitaminas.

  • Deportes de combate (judo, boxeo, taekwondo): los procesos de pérdida de peso antes de la competición afectan los niveles de hierro.

3. Deportes con riesgo de hemólisis

  • Fútbol y baloncesto: el contacto físico y los impactos pueden destruir glóbulos rojos.

  • Montañismo y alpinismo: la exposición a la altura incrementa la demanda de producción de glóbulos rojos, agotando las reservas de hierro.

Factores de riesgo adicionales

  • Mujeres deportistas: por las pérdidas menstruales y menores reservas de hierro.

  • Dietas vegetarianas o veganas: si no están bien planificadas, pueden provocar déficit de hierro y vitamina B12.

  • Sobrecarga de entrenamiento: puede generar inflamación y disminuir la absorción intestinal del hierro.

 

La anemia en deportistas no debe subestimarse. Identificar sus causas y actuar de forma preventiva es clave para mantener un buen rendimiento y bienestar general.

Una alimentación equilibrada, chequeos médicos regulares y una buena recuperación son las mejores herramientas para prevenirla.

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