Durante el periodo de embarazo, existen cambios fisiológicos marcados debido a necesidades metabólicas diferentes, asociadas a modificaciones en el balance hormonal. Casi todos los sistemas sufren estos cambios y ,por lo tanto, el sistema hematopoyético también, que es el responsable de la producción de nuestras células sanguíneas.

Un hecho muy importante es el aumento del volumen plasmático, que puede incrementarse un 45-50% para la semana 32-34. Así mismo, hay un aumento de la masa de glóbulos rojos como consecuencia de un aumento en la producción de una sustancia estimulante de la Médula Ósea llamada Eritropoyetina (EPO). Estos hechos se reflejan en valores de Hemoglobina que son diferentes en las mujeres embarazadas respecto a las mujeres no gestantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera anémica a toda gestante en cualquier trimestre de la gestación que presente una hemoglobina menor a 11 gramos. Estudios hechos en países mejor desarrollados encuentran anemia en 25% de gestantes, a diferencia de los países en vías de desarrollo, donde esta cifra puede ascender hasta un 60%. (Aust. J. General Practice vol 48 N03 March 2019)

Por lo tanto, es muy importante definir la causa de la anemia, debido a que se considera que puede aumentar la morbi-mortalidad materna. Por otro lado, puede tener incidencia en partos prematuros o de bajo peso al nacer. Esto último se ha descrito en gestantes con deficiencia de hierro. Se recomienda evaluar el estado de hierro de la gestante para definir si hay deficiencia de dicho elemento con o sin anemia, para poder planear la suplementación y/o el tratamiento correspondiente

También se pueden producir alteraciones en los factores de coagulación, que hacen de la gestación, un estado propenso a desarrollar coágulos (trombosis) y estado hipercoagulable. El riesgo de trombosis en mujeres embarazadas se incrementa en 4-5 veces sobre las mujeres no gestantes. (Birth Defects Res. C Embryo today 2015 Sep 1053)

La posibilidad de trombosis se incrementa aún más en pacientes con antecedente de trombosis o con condiciones predisponentes a ella, como las trombofilias (cuando los pacientes tienen una predisposición a desarrollar coágulos) ya sean congénitas o adquiridas. En esta situación es bueno considerar el uso de anticoagulación profiláctica durante toda la gestación para evitar abortos o complicaciones (pre o eclampsia)

Es importante que las mujeres embarazadas obtengan una especial atención por parte de un Hematólogo tan pronto inicie la gestación para evitar complicaciones futuras.